La razón está relacionada con las subvenciones estatales que reciben las marcas en China, lo cual ha sido considerado como competencia desleal por la UE.

 

  • Es una medida proteccionista, que busca encarecer los autos chinos y acercar sus precios finales a los de sus rivales europeos.
  • Los aranceles se aplicarán de forma provisional a partir del 5 de julio, y en noviembre se propondrán medidas de carácter permanente.
  • China ha criticado la medida, alegando que infringe las normas del comercio internacional y que “la UE se está perjudicando a sí misma”.

 

La UE impondrá nuevos aranceles a los coches eléctricos chinos

 

 

La investigación de la Comisión incluyó a 21 grupos de productores con base en China, a quienes se solicitó información financiera de sus compañías. Considerando la vastedad del mercado, el Ejecutivo seleccionó tres empresas—BYD, Geely y SAIC—como ejemplos representativos para determinar la magnitud de las subvenciones. BYD recibió la tasa más baja porque colaboró con los investigadores, mientras que SAIC recibió una tasa por no cooperar

 

Actualmente, estos son los aranceles provisionales que se aplicarán en Europa desde el 5 de julio: 17,4% para BYD, 20% para Geely y 38,1% para SAIC. Los otros fabricantes de vehículos eléctricos con base en China que participaron en la investigación, como Tesla y BMW, estarán sujetos a un arancel del 21%. Aquellos que no colaboraron se enfrentarán a un arancel del 38,1%.

 

Considerando que los aranceles propuestos se sumarán al 10% ya en vigor, SAIC se verá afectado por un derecho de importación del 48,1%, lo cual es significativamente elevado. No obstante, los expertos señalan que los aranceles tendrían que superar el 50% para tener un impacto considerable, reflejando así los amplios márgenes de beneficio de las marcas de origen chino. Esto se debe a que las marcas chinas comercializan sus vehículos en Europa a precios sustancialmente más altos que en su mercado local.

 

Sobre las subvenciones estatales

Se ha identificado financiación pública en toda la cadena de suministro, desde la extracción de materias primas hasta la producción de células de batería y la fabricación de automóviles. Incluso los servicios de transporte necesarios para trasladar los bienes a los puertos de la UE contaron con apoyo estatal.

 

Algunas subvenciones, como los préstamos preferenciales, exenciones fiscales, ayudas directas y terrenos a precios reducidos, ya eran conocidas por Bruselas, ya que se habían observado previamente en otros sectores.

 

Sin embargo, otras ayudas, de acuerdo con los funcionarios, fueron “específicas para cada situación” y se diseñaron para satisfacer las demandas de la producción de vehículos eléctricos. Estas incluyen el suministro de litio y baterías a “precios inferiores al mercado”, la emisión de “bonos verdes” que las empresas debían adquirir y la distribución de beneficios a los consumidores que, en realidad, se entregaban a los fabricantes.

 

La Asociación de Automóviles de Pasajeros de China ha señalado que esta medida no frenará la expansión. “Las compañías chinas seguirán avanzando firmemente en Europa e integrándose en los mercados locales”.